LA DEFORESTACION
EN LA REGIÓN DEL CUSCO: la problemática forestal y falta de conciencia medio
ambiental.
Por: Yovinsohon Pacheco Huacac
INTRODUCCIÓN
Comenzaremos este trabajo
partiendo de la función docente universitaria, e indicar que uno de los objetivos esenciales de la
enseñanza superior que está dirigido a
la formación de profesionales con un elevado compromiso social y desarrollo
autónomo de su personalidad, críticos, activos y reflexivos, armados de ideas
justas, poseedores de una gran conciencia política y moral, hasta ahí podemos
indicar que todo bien, pero a este objetivo tenemos que agregar un objetivo muy
importante que es la preservación y conservación del medio ambiente, (Desarrollo
Sostenible) como actor principal y consiente de su capacidad racional que posee
frente a los demás seres vivos que integra o componen el planeta tierra. En ese
entender En los últimos diez años una tendencia muy interesante que se ha
observado es el reconocimiento cada vez mayor de que los bosques y su uso
ocupan un lugar central en toda discusión seria sobre el futuro sostenible del
planeta Tierra. Los bosques contribuyen decisivamente a la mitigación del
cambio climático y al suministro de productos y servicios ecos sistémicos
fundamentales para la prosperidad de la humanidad. Los bosques y las actividades
forestales han sido fundamentales en el desarrollo de la civilización moderna.
“El Estado de Los Bosques del Mundo 2012" (FAO)
Para lo cual nos remontamos a tiempos pasados,
para ser exactos a la sociedad del tawantinsuyu, en donde existía una integración
hombre-naturaleza (Allin Kausay) mediante la espiritualidad, vale decir que los
habitantes del tawantinsuyu tenían un respeto absoluto a todos los elementos de
la naturaleza. El hombre y la mujer son
educados para máximos productores y mínimos consumidores respetando a los
recursos naturales que no son ilimitados y que el secreto en la justicia del
reparto está en que tales recursos de la naturaleza no falten a ninguno, ni que
a nadie se permita recibir más de lo necesario ( Luis E. Valcárcel. Historia de
la cultura peruana p.23)
Partiendo de este enfoque
mencionaremos que a partir de la evolución poblacional que se dio a nivel
mundial diagnosticaremos dos momentos históricos en dicha evolución: una que es
la Revolución Neolítica y la Revolución industrial, la primera en
la que el hombre empieza a dominar a la naturaleza y es capaz de producir sus
propios alimentos mediante la aparición de la agricultura y la ganadería, y la
segunda en donde La sociedad, la economía y el Estado cambian radicalmente; y
también el modelo de familia, y como consecuencia la población Comienza otro
ciclo
expansivo, Y todo ello se concreta en una situación, o crecimiento
demográfico que conlleva en gran parte a la deforestación a nivel mundial.
Cusco ciudad
considerada capital arqueológica de América y capital histórica del Perú no es
ajena a esta problemática ambiental que es la deforestación, que es uno de los
muchos
problemas ambientales actuales que padece nuestra ciudad. De la cual nos
ocuparemos en este trabajo con el único fin de concientizar e interiorizar
primeramente en nosotros desde un análisis objetivo, real y preocupante en la cual comprometa a toda la
colectividad social cusqueña en salvaguardar y preservar nuestro medio ambiente partiendo de una política de
Educación ambiental para la humanidad.
Definiciones
Aunque puede parecer simple definir un bosque, pues es entendido como un conjunto
de árboles, según un conocimiento tradicional, que tiene una gran mayoría de
las personas, y que este conocimiento tradicional comienza a complicarse al
momento de ir al campo y de definir dónde hay bosques y dónde había. Es un
problema universal. Además debe notarse que en los dispositivos legales no
llega a encontrarse definiciones de bosque, como por ejemplo en las dos recientes Leyes Forestales y de Fauna
Silvestre, leyes N° 27308 y N° 29763
(Congreso de la República, 2000) (Congreso de la República, 2011). Las
definiciones que se van a presentar a continuación derivan de los procesos de
los especialistas forestales de la FAO (FAO, 2005).
Un bosque natural es un bosque compuesto predominantemente por
especies arbóreas nativas establecidas en forma natural; esto incluye
regeneración natural asistida; un bosque
semi-natural es un bosque natural manejado o un bosque plantado que, con el
tiempo, han tomado características más naturales a lo largo del tiempo (como
estratificación, diversidad enriquecida, distribución aleatoria, etc.)
Los bosques primarios son bosques que no han sufrido talados en los
últimos tiempos y se han desarrollado bajo procesos naturales, mientras que los
bosques secundarios surgen luego de
que un bosque ha sido talado y se ha recuperado natural o artificialmente;
muchas veces, como pasa en valles interandinos, los bosques originales han sido
reemplazados por matorrales, la cual se denomina vegetación secundaria.
El proceso por el cual se pierde la
cobertura forestal es la deforestación,
definido como la radical destrucción de la vegetación a menos de 10% de la
cobertura de copas; cualquier reducción de copas (y de árboles) por encima de
este umbral se conoce como degradación de
bosques, término que implica la pérdida de estructura forestal, productividad,
y diversidad de especies nativas; un lugar degradado puede aún contener árboles
pero ya perdió su anterior integridad
ecológica. Cuando la deforestación es tan severa que ya no quedan árboles y se empieza
a perder los matorrales y pastizales remanentes, entonces se denomina devegetación.
Figura.1 Relación
entre degradación, deforestación y devegetación
La forestación y reforestación se refieren al establecimiento
artificial de árboles, se usan las definiciones dadas por la Convención Marco
Climático de la ONU.
La forestación se
define como la conversión antrópica directa de tierras que no han sido boscosas
por un período de al menos 50 años a tierras forestales por el plantado,
siembre y/o promoción humana inducida desde fuentes naturales de semilla.
La reforestación se
define como la conversión antrópica directa de tierras no forestadas a tierras
forestadas por plantado, siembra y/o promoción humana inducida desde fuentes
natura les de semillas sobre tierras que estuvieron forestadas pero que han
sido convertidas a tierras no forestadas (Mansourian, Vallauri, & Dudley,
2006)
ANTECEDENTES HISTÓRICOS: EVOLUCION DEL MANEJO Y TÉCNICAS FORESTALES ANDINAS, Y
SU IMPORTANCIA PARA LA CULTURA ANDINA
A muchas personas, incluyendo
ingenieros y especialistas en bosques y forestación, les parece que la actual configuración de
serranías cubiertas en su mayor parte sólo por pastizales es característica de
los Andes del Cusco, y que por consiguiente en el tema de bosques los Andes son
un área vacía, esperando a ser llenada con árboles exóticos traídos de otras
partes. Esta percepción es resultado de dos factores: por un lado el
desconocimiento de la gran diversidad de árboles nativos que existen en nuestra
región, y que pueden proveer ingentes beneficios. El otro factor es la larga
historia de impactos y de interrelación que el hombre cusqueño ha tenido con la
cobertura forestal desde el inicio de la civilización andina; es necesario
entender su historia de logros y fracasos como un primer paso para la
construcción de un futuro sostenible. Esto es crítico pues la tendencia actual
en el país parece ser que el crecimiento económico va acompañado por el aumento
de la tasa de deforestación.
Durante los últimos dos decenios ha
empezado a surgir una mejor comprensión de la historia de la relación entre el
hombre y la naturaleza en los Andes cusqueños, lo que se conoce como ecología histórica; esta área no sólo
incluye cómo ha sido modificada la cobertura vegetal desde tiempos
prehispánicos, sino también cómo han sido manejados los ecosistemas por parte
de sociedades anteriores en el Cusco. Desafortunadamente este nivel de
conocimientos aún no existe para la Amazonía cusqueña, por lo que el resumen de
ecología histórica que se presenta a continuación sólo se refiere a los Altos
Andes, Valles Interandinos y Ceja de Selva del Cusco.
Actualmente se ha vuelto raro encontrar extensiones
continuas significativas de bosques nativos en los Andes; la extensión actual
de bosques andinos es muy inferior a su distribución natural y es resultado
directo de la acción humana a lo largo de milenios. A grandes rasgos como lo
indica (Herrera Wassilowsky, 2011), es posible diferenciar cuatro etapas
históricas vinculadas al retroceso de los bosques andinos:
1. Fase inicial (10000 a.C. al 3000 a.C.) antes de
la agricultura, donde como resultado de las quemas para cazar animales empieza
la deforestación de las punas.
2. Fase
prehispánica (3000 a.C. al siglo XVI), que coincide con las culturas
andinas. Surgen prácticas agroforestales que poco a poco empiezan a manejar los
árboles andinos en conjunto con los sistemas agrícolas, al reconocerse el papel
de los bosques en la regulación de las
fuentes de agua. Estas tecnologías agroforestales alcanzan su mayor desarrollo
en la época incaica. El retroceso de los bosques empieza a desacelerarse hacia
el final de esta fase.
3.
Fase colonial (siglos XVI a XVIII), aumenta en
gran escala la demanda de leña y madera por la llegada de la tecnología del
hierro desde Europa, tecnología que requiere altas temperaturas y que hace
posible herramientas como hachas y machetes que son mucho más efectivas para
talar; a pesar de una repentina reducción de la población humana nativa la tasa
de deforestación vuelve a acelerarse.
4.
Fase industrial (siglos XIX a XX), el uso masivo de leña
y madera para los ferrocarriles, junto con el aumento poblacional y el inicio
de la minería industrial llevan la reducción de los bosques nativos a un 2% del
área que ocupaban hace 10.000 años. Desde la década de 1960 empiezan las
campañas de forestación con árboles exóticos. En el siglo XXI se estabiliza la
tasa de deforestación de bosques nativos.
Es posible que la mitad del
retroceso de los bosques andinos se haya dado en los últimos 500 años (fases 3
y 4), mientras que la otra mitad se habría dado antes de 1532 a lo largo de 10
mil años. Estudios recientes en el valle de Patacancha en el Vilcanota,
actualmente sin árboles, indican que en el siglo XX fue exterminado el aliso (Alnus acuminata), y que este siglo fue
igual de devastador para otras especies forestales nativas. Este aumento de
deforestación al parecer se debe principalmente a al marcado retroceso de las
formas tradicionales comunales de tenencia y manejo de bosques.
Esto lleva a un punto importante:
desde el inicio de la agricultura los pobladores andinos han conocido la
capacidad de los bosques andinos para regular los flujos de aguas de lluvia,
alimentar la capa freática, manejar la erosión de los suelos, mejorar la capacidad
de retención de sedimentos y nutrimentos en el suelo (los servicios ambientales
de los bosques) junto con la variada producción de madera, frutos, plantas
medicinales, aromáticas y forrajeras. A través de la arqueología y la
etnohistoria se han empezado a la importancia que las culturas andinas daban al
manejo y cuidado de los ecosistemas forestales, así como la alta sofisticación
del manejo del paisaje.
Sabemos que en la época incaica, por
ejemplo, se hacía plantaciones de alisos (Alnus
acuminata), molles (Schinus molle),
khiswar (Buddleja incana) y
chachacomo (Escallonia resinosa).
Además, en el idioma quechua existen palabras distintas para designar a los árboles
sembrados como mallki y árboles silvestres sach’a, lo cual indica
que la práctica de sembrar árboles es muy antigua.
Los bosques y plantaciones
forestales requieren solidaridad en torno a su mantenimiento y protección, es
decir requieren un manejo comunitario forestal. La leña y otros productos de
los árboles nativos son considerados como un bien común, lo cual es muy
diferente de la leña de los eucaliptos y pinos, los cuales se consideran bienes
comerciales, y donde el manejo comunitario del recurso se debilita.
Frente a toda la problemática de
reforestación expuesta en el capítulo anterior, resultado de que las campañas
de reforestación se enfocan casi exclusivamente en pinos y eucaliptos, se requieren
hoy en día alternativas de manejo, debido no sólo a la destrucción de los
bosques nativos, sino a la acelerada degradación de suelos en los Andes. Estas alternativas de manejo son los
sistemas agroforestales desarrollados en la época prehispánica, cuya
silvicultura se basaba en sistemas mixtos y no en monoplantaciones. Estos sistemas
creaban parches de bosques con diferentes objetivos, tales como frutales o
tintes provenientes de la tara (Caesalpinia
spinosa), además que ubicaban las plantaciones forestales nativas en las
cabeceras de cuencas y en crestas de cerros, junto con plantaciones de árboles
en los bordes de los andenes y canales
Existe evidencia de plantaciones forestales
prehispánicas en el valle del Alto Marañón y en zonas altoandinas en Puno; el
caso de Puno es de considerarse especialmente, porque en el Altiplano casi no
existen árboles, pero en épocas precolombinas se hicieron sistemas
agroforestales con ccolles (Buddleja
coriacea), los cuales puede replicarse a las punas de nuestro departamento.
Recién en éstos últimos años se han empezado a descubrir estos sistemas
agroforestales prehispánicos, y su revaloración es necesaria, debido a que son
sistemas plenamente adaptados a las condiciones ecológicas andinas (Herrera
Wassilowsky, 2011).
Toda esta evidencia sugiere entonces el uso de árboles
para estabilizar quebradas de fuerte pendiente, para modificar las condiciones
agroclimáticas y permitir el cultivo en zonas de
gran altura. Estos manejos de bosques han sido parte de sistemas
agrosilvopastoriles más amplios,
integrados por el uso compartido de recursos como el agua, la leña y el forraje. Los esfuerzos de recuperación de estas tecnologías de manejo forestales
se entrecruzan con esfuerzos de conservación de la biodiversidad, dando así la
oportunidad de beneficiar tanto a la población como al medio ambiente a través
de la recuperación del manejo tradicional forestal.
En el caso de la Amazonía, están
surgiendo ciertas evidencias (desde otros lugares, pues faltan estudios en la
Amazonía cusqueña) que el sistema de tala y quema que es actualmente
responsable de 80% de la deforestación en bosques amazónicos no era practicado
en gran escala antes de 1532; los sistemas agroforestales amazónicos implicaron
la domesticación de árboles frutales que eran plantados dentro de los bosques y
que se utilizaban para recuperar zonas agrícolas, convirtiéndolos en jardines;
además la agricultura era enriquecida con las terras pretas, tierras con residuos orgánicos como peces muertos e
incluso alfarerías que aumentaban el rendimiento vegetal, y que ayudaba al
rendimiento de especies frutícolas.
LA PROBLEMÁTICA FORESTAL EN LA REGIÓN CUSCO:
PROBLEMÁTICA ACTUAL.ASPECTOS QUE MOTIVAN LA DEFORESTACION.
La cuestión forestal es una de las
más complejas que existe en nuestro país, y de esto no escapa nuestro
departamento. Existe una fuerte problemática forestal en el Cusco, la cual puede
resumirse en los siguientes aspectos:
a) El mal aprovechamiento de los
bosques existentes, lo cual está aumentando la tasa de deforestación en la región.
b) La ampliación de la frontera
agrícola basada únicamente en criterios de talas bosques para aumentar tierras
de cultivos y pastos, llevando como resultado a una elevada tasa de
deforestación y a la pérdida de suelos debido a malas prácticas agrícolas. Toda
esta situación ha llevado a que la agricultura tenga un efecto muy negativo
sobre los bosques, con lo que se percibe que la agricultura y la forestería son
vistas como incompatibles.
c) La destrucción de bosques debido a
actividades que cambian la cobertura forestal, especialmente la minería y la
apertura de carreteras, además de los proyectos de infraestructura. Estos
proyectos son perjudiciales debido a que las evaluaciones de impacto ambiental
y los planes de manejo ambiental no consideran adecuadamente el componente de
biodiversidad, y en muchos casos (como la minería informal o la apertura de
carreteras desde los municipios) ni siquiera consideran este impacto.
d) La falta de gobernanza e
institucionalidad, además de la falta de un control más efectivo en la
extracción y transporte de madera, lo cual ha generado tráfico de este recurso
en una escala desconocida.
e) La falta de criterios técnicos en
los programas de reforestación, lo cual está conllevando a que las campañas de
reforestación no tengan el éxito esperado y a que no haya sostenibilidad de las
plantaciones recién instaladas.
f) La ausencia de un enfoque
ecosistémico en el manejo de los bosques y plantaciones forestales para la
extracción de recursos renovables; la tendencia a ver los bosques y plantaciones
sólo como fuente de madera.
g)
La pérdida de nuestras especies forestales nativas,
debido al desconocimiento de los bienes y servicios ambientales que proveen
llevando a su escasa consideración en los programas de reforestación,
agroforestería y forestería urbana, lo cual está afectando las cuencas altas,
aumentando la tasa de erosión y disminuyendo la producción agraria.
h) La falta de ordenamiento forestal,
pues no se tiene establecido cuánto del territorio tiene verdadera aptitud
forestal, no existen planes de manejo adecuado en bosques de la gran mayoría de
comunidades nativas o campesinas, no existe control efectivo sobre los bosques
de producción permanente, y no se conoce realmente la extensión de bosques en
tierras públicas debido a los problemas actuales de titulación de tierras.
i)
La tendencia cortoplacista que sólo ve a las
plantaciones forestales como fuente de madera, lo cual está impulsando un
desorden en las campañas de protección y recuperación de bosques, donde
organizaciones tanto gubernamentales como no gubernamentales están actuando
cada una por su cuenta sin que haya acciones conjuntas, lo que está llevando a
una masiva modificación del paisaje sólo con fines a corto plazo.
j)
La poca valorización que tienen los servicios
ambientales que proveen los bosques, los otros recursos extraíbles aparte de la
madera, y el valor cultural de los bosques, especialmente los conformados por
especies nativas. Esto hace que sea perennemente más redituable talar un bosque
nativo y reemplazarlo por plantaciones de árboles exóticos de rápido crecimiento.
k) El desconocimiento del valor de los
bosques y árboles nativos entre la población cusqueña, tanto técnicos
forestales como población en general de zonas urbanas y rurales.
DEFORESTACION EN EL CUSCO
La pérdida de bosques en todo el
Cusco tiene varias causas; y estas causas se diferencian tanto por la extensión
espacial y por el tipo de bosque en relación al tiempo en que se vino dando,
como por los actores causantes y la presión que ejercen. Esto quiere decir que
tenemos casos de deforestación debido a causas provenientes desde hace cientos
de años, como el caso de los valles interandinos; asimismo tenemos la tala
indiscriminada de especies con valor comercial que se ha estado desarrollando
en los últimos decenios, como es el caso de la selva alta de Camanti y
Marcapata, (acelerado desde la apertura de la Interoceánica) así como en el
Alto y Bajo Urubamba. En estos escenarios además debe mencionarse el efecto que
tienen los incendios descontrolados, los cuales terminan extendiéndose más allá
de las zonas intencionadas y no sólo han destruido varios bosques frágiles,
sino que impiden la regeneración de la cobertura forestal.
En los Andes, la deforestación ha
sido causada por la sobreexplotación de los bosques andinos para sacar leña y
madera, en su mayor parte causados por poblaciones locales, a lo cual se ha
aunado el efecto de los incendios forestales. El resultado es que la mayor
parte de los bosques altoandinos e interandinos han sido convertidos en parches
fragmentados que requieren urgente protección, y que casi todas las especies de
árboles nativos de estas zonas (con excepción del molle, Schinus molle) están en el Decreto Supremo N° 043-2006-AG
(Ministerio de Agricultura, 2006), el cual categoriza las especies amenazadas
de flora silves- tre en el Perú; entre ellas las más importantes son todas las
especies de q’euña (Polylepis) que
existen en Cusco. En la lista que se presenta en la Tabla 1, se detallan 76 especies de árboles
(incluyendo palmeras y helechos arbóreos) que están desapareciendo en la región
Cusco, la mayoría de los cuales se encuentran en los Altos Andes, Valles
Interandinos y Yungas.
En la relación mostrada debe además
indicarse la situación crítica de las maderas finas tales como la caoba (Swietenia macrophylla), las diferentes
especies de cedro (Cedrela spp.), el
tornillo (Cedrelinga catenaeformis),
la caobilla (Huberodendron swietenioides)
y el shihuahaco (Dipteryx spp.), las
cuales debido a su alto valor comercial son las más intensa- mente extraídas,
sin un debido manejo forestal ni un adecuado control en el cumplimiento de la
normatividad en cuanto a su reforestación provocando la acelerada desaparición
de estas especies.
El MINAM en el año 2012 presentó un
mapa base de deforestación nacional corres- pondiente a datos
desde el 2000 hasta 2009, enfocado en los bosques amazónicos y está actua-
lizándolo para el 2011, del que se espera pronto conocer los resultados; a
continuación se muestra un mapa resumen de la deforestación en Cusco. Estos
mapas indican que en la re- gión del Cusco el área más afectada es el valle del
Alto Urubamba, incluyendo la confluencia con el Yavero.
Los resultados numéricos que se
muestran en la Tabla 2 indican que ya exis- ten al menos 731
mil hectáreas deforestadas en las selvas cusqueñas.
Ilustración 2. Deforestación en los
bosques húmedos del Cusco hacia el 2009, según el mapa de deforestación
nacional del (Ministerio del Ambiente, 2012)
Tabla 2. Tasas de deforestación en los
bosques húmedos del Cusco entre 2000 a 2009, según (Ministerio del Ambiente, 2012)
Fuente fotográfica (Ministerio del Ambiente, 2012)
Como antes se indicó, la deforestación procede por
varios factores, pero según el área, estos factores tienen diferente impacto:
por ejemplo, en Camanti es causado por la minería ilegal, mientras que en el
resto del Cusco es la agricultura migratoria, que impulsa a la búsqueda de
nuevas tierras de cultivo y las necesidades de recursos son el principal motor;
no obstante, se están empezando a registrar transformaciones de bosques en
monocultivos y mono plantaciones de forestales exóticos.
COMENTARIO FINAL
Resumiendo, la problemática de la deforestación en la
región de Cusco: podemos indicar que a pesar de que las causas subyacentes son
muchas, la deforestación y la degradación de los bosques están motivadas
principalmente por las siguientes realidades:
- Por un lado, los árboles tardan muchos años en crecer. En el Cusco las tierras fértiles son escasas y, en comparación con la ordenación forestal a largo plazo, pueden obtenerse mayores ingresos de la producción y cosecha de cultivos que maduran más rápidamente, pero para ello suele ser necesario cambiar el uso de la tierra a la agricultura, el pastoreo o la horticultura. Una tendencia ampliamente observada y debatida desde un punto de vista ético es la concesión de mayor valor a las necesidades de las generaciones presentes que a las de las generaciones futuras.
- Por otro, los mercados no valoran muchos beneficios de los bosques. No existen mercados es decir, lugares en los que comprar o vender para la mayoría de los servicios ecosistémicos prestados por los bosques, como la captación de carbono y su contribución a la provisión de agua limpia. Además, muchas de las consecuencias o costos negativos de la deforestación, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la erosión del suelo, no tienen asignados valores financieros ni se paga por ellos en mercados o mediante otros mecanismos. Estas externalidades tanto positivas como negativas del mercado desempeñan un papel importante en la toma de decisiones sobre los bosques, pero resultan muy difíciles de cuantificar.
- Vimos que a través del tiempo la evolución poblacional jugo un rol fundamental de una manera negativa en la degradación del medio ambiente a nivel mundial, nacional, regional y local como el cusco, relacionado con La falta de conciencia de la sociedad en su conjunto, contribuyeron ostensiblemente con la deforestación para la satisfacción comunal, en busca de una mejor calidad de vida.
- Es probable que futuras generaciones sean más ricas,
pero heredarán un ambiente más degradado. En este sentido, la idea es aplicar
una correcta política medio ambiental, y
que no solamente se encargue esa responsabilidad a las autoridades, si no que
parta de cada uno de nosotros como la
base del concepto de sostenibilidad y gestión ambiental, y que esto se convierta
en un concepto básicamente ético, que busque no comprometer la capacidad
medioambiental de las futuras generaciones. La ética del siglo XXI con relación
al medio ambiente, se debe extender a todos los niveles de la sociedad y no solo
al entorno escolar, y/o universitaria, si no a todo lo que llamamos humanidad.
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