lunes, 28 de octubre de 2019

LA DEFORESTACION EN LA REGIÓN DEL CUSCO: la problemática forestal y falta de conciencia medio ambiental.


            


             LA DEFORESTACION EN LA REGIÓN DEL CUSCO: la problemática forestal y falta de conciencia medio ambiental.
                                                      
Por:  Yovinsohon Pacheco Huacac

                                                INTRODUCCIÓN
Comenzaremos este trabajo partiendo de la función docente universitaria, e indicar que  uno de los objetivos esenciales de la enseñanza superior que  está dirigido a la formación de profesionales con un elevado compromiso social y desarrollo autónomo de su personalidad, críticos, activos y reflexivos, armados de ideas justas, poseedores de una gran conciencia política y moral, hasta ahí podemos indicar que todo bien, pero a este objetivo tenemos que agregar un objetivo muy importante que es la preservación y conservación del medio ambiente, (Desarrollo Sostenible) como actor principal y consiente de su capacidad racional que posee frente a los demás seres vivos que integra o componen el planeta tierra. En ese entender En los últimos diez años una tendencia muy interesante que se ha observado es el reconocimiento cada vez mayor de que los bosques y su uso ocupan un lugar central en toda discusión seria sobre el futuro sostenible del planeta Tierra. Los bosques contribuyen decisivamente a la mitigación del cambio climático y al suministro de productos y servicios ecos sistémicos fundamentales para la prosperidad de la humanidad. Los bosques y las actividades forestales han sido fundamentales en el desarrollo de la civilización moderna. “El Estado de Los Bosques del Mundo 2012" (FAO)
 Para lo cual nos remontamos a tiempos pasados, para ser exactos a la sociedad del tawantinsuyu, en donde existía una integración hombre-naturaleza (Allin Kausay) mediante la espiritualidad, vale decir que los habitantes del tawantinsuyu tenían un respeto absoluto a todos los elementos de la naturaleza. El hombre y la mujer son educados para máximos productores y mínimos consumidores respetando a los recursos naturales que no son ilimitados y que el secreto en la justicia del reparto está en que tales recursos de la naturaleza no falten a ninguno, ni que a nadie se permita recibir más de lo necesario ( Luis E. Valcárcel. Historia de la cultura peruana p.23)
Partiendo de este enfoque mencionaremos que a partir de la evolución poblacional que se dio a nivel mundial diagnosticaremos dos momentos históricos en dicha evolución: una que es la Revolución Neolítica y la Revolución industrial, la primera en la que el hombre empieza a dominar a la naturaleza y es capaz de producir sus propios alimentos mediante la aparición de la agricultura y la ganadería, y la segunda en donde La sociedad, la economía y el Estado cambian radicalmente; y también el modelo de familia, y como consecuencia la población Comienza otro
ciclo expansivo, Y todo ello se concreta en una situación, o crecimiento demográfico que conlleva en gran parte a la deforestación a nivel mundial.
  Cusco ciudad considerada capital arqueológica de América y capital histórica del Perú no es ajena    a esta problemática ambiental que es la deforestación, que es uno de los muchos 
 problemas  ambientales actuales  que padece nuestra ciudad. De la cual nos ocuparemos en este   trabajo con el único fin de concientizar e interiorizar primeramente en nosotros   desde un análisis   objetivo, real  y preocupante en la cual comprometa a toda la colectividad social cusqueña  en   salvaguardar y preservar nuestro medio ambiente partiendo de una política de Educación ambiental   para la humanidad.

Definiciones
Aunque puede parecer simple definir un bosque, pues es entendido como un conjunto de árboles, según un conocimiento tradicional, que tiene una gran mayoría de las personas, y que este conocimiento tradicional comienza a complicarse al momento de ir al campo y de definir dónde hay bosques y dónde había. Es un problema universal. Además debe notarse que en los dispositivos legales no llega a encontrarse definiciones de bosque, como por ejemplo en  las dos recientes Leyes Forestales y de Fauna Silvestre, leyes N° 27308 y N° 29763  (Congreso de la República, 2000) (Congreso de la República, 2011). Las definiciones que se van a presentar a continuación derivan de los procesos de los especialistas forestales de la FAO (FAO, 2005).

Un bosque natural es un bosque compuesto predominantemente por especies arbóreas nativas establecidas en forma natural; esto incluye regeneración natural asistida; un bosque semi-natural es un bosque natural manejado o un bosque plantado que, con el tiempo, han tomado características más naturales a lo largo del tiempo (como estratificación, diversidad enriquecida, distribución aleatoria, etc.)

Los bosques primarios son bosques que no han sufrido talados en los últimos tiempos y se han desarrollado bajo procesos naturales, mientras que los bosques secundarios surgen luego de que un bosque ha sido talado y se ha recuperado natural o artificialmente; muchas veces, como pasa en valles interandinos, los bosques originales han sido reemplazados por matorrales, la cual se denomina vegetación secundaria.
El proceso por el cual se pierde la cobertura forestal es la deforestación, definido como la radical destrucción de la vegetación a menos de 10% de la cobertura de copas; cualquier reducción de copas (y de árboles) por encima de este umbral se conoce como degradación de bosques, término que implica la pérdida de estructura forestal, productividad, y diversidad de especies nativas; un lugar degradado puede aún contener árboles pero ya perdió   su anterior integridad ecológica. Cuando la deforestación es tan severa que ya no quedan árboles y se empieza a perder los matorrales y pastizales remanentes, entonces se denomina devegetación.



Figura.1  Relación entre degradación, deforestación y devegetación

La forestación y reforestación se refieren al establecimiento artificial de árboles, se usan las definiciones dadas por la Convención Marco Climático de la ONU.
La forestación se define como la conversión antrópica directa de tierras que no han sido boscosas por un período de al menos 50 años a tierras forestales por el plantado, siembre y/o promoción humana inducida desde fuentes naturales de semilla.
La reforestación se define como la conversión antrópica directa de tierras no forestadas a tierras forestadas por plantado, siembra y/o promoción humana inducida desde fuentes natura les de semillas sobre tierras que estuvieron forestadas pero que han sido convertidas a tierras no forestadas (Mansourian, Vallauri, & Dudley, 2006)

 ANTECEDENTES HISTÓRICOS: EVOLUCION  DEL MANEJO Y TÉCNICAS FORESTALES ANDINAS, Y SU IMPORTANCIA PARA LA CULTURA ANDINA

A muchas personas, incluyendo ingenieros y especialistas en bosques y forestación,  les parece que la actual configuración de serranías cubiertas en su mayor parte sólo por pastizales es característica de los Andes del Cusco, y que por consiguiente en el tema de bosques los Andes son un área vacía, esperando a ser llenada con árboles exóticos traídos de otras partes. Esta percepción es resultado de dos factores: por un lado el desconocimiento de la gran diversidad de árboles nativos que existen en nuestra región, y que pueden proveer ingentes beneficios. El otro factor es la larga historia de impactos y de interrelación que el hombre cusqueño ha tenido con la cobertura forestal desde el inicio de la civilización andina; es necesario entender su historia de logros y fracasos como un primer paso para la construcción de un futuro sostenible. Esto es crítico pues la tendencia actual en el país parece ser que el crecimiento económico va acompañado por el aumento de la tasa de deforestación.

Durante los últimos dos decenios ha empezado a surgir una mejor comprensión de la historia de la relación entre el hombre y la naturaleza en los Andes cusqueños, lo que se conoce como ecología histórica; esta área no sólo incluye cómo ha sido modificada la cobertura vegetal desde tiempos prehispánicos, sino también cómo han sido manejados los ecosistemas por parte de sociedades anteriores en el Cusco. Desafortunadamente este nivel de conocimientos aún no existe para la Amazonía cusqueña, por lo que el resumen de ecología histórica que se presenta a continuación sólo se refiere a los Altos Andes, Valles Interandinos y Ceja de Selva del Cusco.

Actualmente se ha vuelto raro encontrar extensiones continuas significativas de bosques nativos en los Andes; la extensión actual de bosques andinos es muy inferior a su distribución natural y es resultado directo de la acción humana a lo largo de milenios. A grandes rasgos como lo indica (Herrera Wassilowsky, 2011), es posible diferenciar cuatro etapas históricas vinculadas al retroceso de los bosques andinos:

1.       Fase inicial (10000 a.C. al 3000 a.C.) antes de la agricultura, donde como resultado de las quemas para cazar animales empieza la deforestación de las punas.
2.        Fase prehispánica (3000 a.C. al siglo XVI), que coincide con las culturas andinas. Surgen prácticas agroforestales que poco a poco empiezan a manejar los árboles andinos en conjunto con los sistemas agrícolas, al reconocerse el papel de los bosques en  la regulación de las fuentes de agua. Estas tecnologías agroforestales alcanzan su mayor desarrollo en la época incaica. El retroceso de los bosques empieza a desacelerarse hacia el final de esta fase.
3.       Fase colonial (siglos XVI a XVIII), aumenta en gran escala la demanda de leña y madera por la llegada de la tecnología del hierro desde Europa, tecnología que requiere altas temperaturas y que hace posible herramientas como hachas y machetes que son mucho más efectivas para talar; a pesar de una repentina reducción de la población humana nativa la tasa de deforestación vuelve a acelerarse.
4.       Fase industrial (siglos XIX a XX), el uso masivo de leña y madera para los ferrocarriles, junto con el aumento poblacional y el inicio de la minería industrial llevan la reducción de los bosques nativos a un 2% del área que ocupaban hace 10.000 años. Desde la década de 1960 empiezan las campañas de forestación con árboles exóticos. En el siglo XXI se estabiliza la tasa de deforestación de bosques nativos.




Es posible que la mitad del retroceso de los bosques andinos se haya dado en los últimos 500 años (fases 3 y 4), mientras que la otra mitad se habría dado antes de 1532 a lo largo de 10 mil años. Estudios recientes en el valle de Patacancha en el Vilcanota, actualmente sin árboles, indican que en el siglo XX fue exterminado el aliso (Alnus acuminata), y que este siglo fue igual de devastador para otras especies forestales nativas. Este aumento de deforestación al parecer se debe principalmente a al marcado retroceso de las formas tradicionales comunales de tenencia y manejo de bosques.

Esto lleva a un punto importante: desde el inicio de la agricultura los pobladores andinos han conocido la capacidad de los bosques andinos para regular los flujos de aguas de lluvia, alimentar la capa freática, manejar la erosión de los suelos, mejorar la capacidad de retención de sedimentos y nutrimentos en el suelo (los servicios ambientales de los bosques) junto con la variada producción de madera, frutos, plantas medicinales, aromáticas y forrajeras. A través de la arqueología y la etnohistoria se han empezado a la importancia que las culturas andinas daban al manejo y cuidado de los ecosistemas forestales, así como la alta sofisticación del manejo del paisaje.

Sabemos que en la época incaica, por ejemplo, se hacía plantaciones de alisos (Alnus acuminata), molles (Schinus molle), khiswar (Buddleja incana) y chachacomo (Escallonia resinosa). Además, en el idioma quechua existen palabras distintas para designar a los árboles sembrados como mallki y árboles silvestres sach’a, lo cual indica que la práctica de sembrar árboles es muy antigua.

Los bosques y plantaciones forestales requieren solidaridad en torno a su mantenimiento y protección, es decir requieren un manejo comunitario forestal. La leña y otros productos de los árboles nativos son considerados como un bien común, lo cual es muy diferente de la leña de los eucaliptos y pinos, los cuales se consideran bienes comerciales, y donde el manejo comunitario del recurso se debilita.

Frente a toda la problemática de reforestación expuesta en el capítulo anterior, resultado de que las campañas de reforestación se enfocan casi exclusivamente en pinos y eucaliptos, se requieren hoy en día alternativas de manejo, debido no sólo a la destrucción de los bosques nativos, sino a la acelerada degradación de suelos en los Andes. Estas alternativas de manejo son los sistemas agroforestales desarrollados en la época prehispánica, cuya silvicultura se basaba en sistemas mixtos y no en monoplantaciones. Estos sistemas creaban parches de bosques con diferentes objetivos, tales como frutales o tintes provenientes de la tara (Caesalpinia spinosa), además que ubicaban las plantaciones forestales nativas en las cabeceras de cuencas y en crestas de cerros, junto con plantaciones de árboles en los bordes de los andenes y canales



Existe evidencia de plantaciones forestales prehispánicas en el valle del Alto Marañón y en zonas altoandinas en Puno; el caso de Puno es de considerarse especialmente, porque en el Altiplano casi no existen árboles, pero en épocas precolombinas se hicieron sistemas agroforestales con ccolles (Buddleja coriacea), los cuales puede replicarse a las punas de nuestro departamento. Recién en éstos últimos años se han empezado a descubrir estos sistemas agroforestales prehispánicos, y su revaloración es necesaria, debido a que son sistemas plenamente adaptados a las condiciones ecológicas andinas (Herrera Wassilowsky, 2011).
Toda esta evidencia sugiere entonces el uso de árboles para estabilizar quebradas de fuerte pendiente, para modificar las condiciones agroclimáticas y permitir el cultivo en zonas de gran altura. Estos manejos de bosques han sido parte de sistemas agrosilvopastoriles más amplios, integrados por el uso compartido de recursos como el agua, la leña y el forraje. Los esfuerzos de recuperación de estas tecnologías de manejo forestales se entrecruzan con esfuerzos de conservación de la biodiversidad, dando así la oportunidad de beneficiar tanto a la población como al medio ambiente a través de la recuperación del manejo tradicional forestal.

En el caso de la Amazonía, están surgiendo ciertas evidencias (desde otros lugares, pues faltan estudios en la Amazonía cusqueña) que el sistema de tala y quema que es actualmente responsable de 80% de la deforestación en bosques amazónicos no era practicado en gran escala antes de 1532; los sistemas agroforestales amazónicos implicaron la domesticación de árboles frutales que eran plantados dentro de los bosques y que se utilizaban para recuperar zonas agrícolas, convirtiéndolos en jardines; además la agricultura era enriquecida con las terras pretas, tierras con residuos orgánicos como peces muertos e incluso alfarerías que aumentaban el rendimiento vegetal, y que ayudaba al rendimiento de especies frutícolas.
LA PROBLEMÁTICA FORESTAL EN LA REGIÓN CUSCO:
   PROBLEMÁTICA ACTUAL.ASPECTOS QUE MOTIVAN LA DEFORESTACION.           
La cuestión forestal es una de las más complejas que existe en nuestro país, y de esto no escapa nuestro departamento. Existe una fuerte problemática forestal en el Cusco, la cual puede resumirse en los siguientes aspectos:

a)       El mal aprovechamiento de los bosques existentes, lo cual está aumentando la tasa de deforestación en la región.
b)      La ampliación de la frontera agrícola basada únicamente en criterios de talas bosques para aumentar tierras de cultivos y pastos, llevando como resultado a una elevada tasa de deforestación y a la pérdida de suelos debido a malas prácticas agrícolas. Toda esta situación ha llevado a que la agricultura tenga un efecto muy negativo sobre los bosques, con lo que se percibe que la agricultura y la forestería son vistas como incompatibles.
c)       La destrucción de bosques debido a actividades que cambian la cobertura forestal, especialmente la minería y la apertura de carreteras, además de los proyectos de infraestructura. Estos proyectos son perjudiciales debido a que las evaluaciones de impacto ambiental y los planes de manejo ambiental no consideran adecuadamente el componente de biodiversidad, y en muchos casos (como la minería informal o la apertura de carreteras desde los municipios) ni siquiera consideran este impacto.
d)      La falta de gobernanza e institucionalidad, además de la falta de un control más efectivo en la extracción y transporte de madera, lo cual ha generado tráfico de este recurso en una escala desconocida.
e)       La falta de criterios técnicos en los programas de reforestación, lo cual está conllevando a que las campañas de reforestación no tengan el éxito esperado y a que no haya sostenibilidad de las plantaciones recién instaladas.
f)       La ausencia de un enfoque ecosistémico en el manejo de los bosques y plantaciones forestales para la extracción de recursos renovables; la tendencia a ver los bosques y plantaciones sólo como fuente de madera.
g)      La pérdida de nuestras especies forestales nativas, debido al desconocimiento de los bienes y servicios ambientales que proveen llevando a su escasa consideración en los programas de reforestación, agroforestería y forestería urbana, lo cual está afectando las cuencas altas, aumentando la tasa de erosión y disminuyendo la producción agraria.
h)      La falta de ordenamiento forestal, pues no se tiene establecido cuánto del territorio tiene verdadera aptitud forestal, no existen planes de manejo adecuado en bosques de la gran mayoría de comunidades nativas o campesinas, no existe control efectivo sobre los bosques de producción permanente, y no se conoce realmente la extensión de bosques en tierras públicas debido a los problemas actuales de titulación de tierras.
i)        La tendencia cortoplacista que sólo ve a las plantaciones forestales como fuente de madera, lo cual está impulsando un desorden en las campañas de protección y recuperación de bosques, donde organizaciones tanto gubernamentales como no gubernamentales están actuando cada una por su cuenta sin que haya acciones conjuntas, lo que está llevando a una masiva modificación del paisaje sólo con fines a corto plazo.



j)        La poca valorización que tienen los servicios ambientales que proveen los bosques, los otros recursos extraíbles aparte de la madera, y el valor cultural de los bosques, especialmente los conformados por especies nativas. Esto hace que sea perennemente más redituable talar un bosque nativo y reemplazarlo por plantaciones de árboles exóticos de rápido crecimiento.
k)      El desconocimiento del valor de los bosques y árboles nativos entre la población cusqueña, tanto técnicos forestales como población en general de zonas urbanas y rurales.

DEFORESTACION EN EL CUSCO

La pérdida de bosques en todo el Cusco tiene varias causas; y estas causas se diferencian tanto por la extensión espacial y por el tipo de bosque en relación al tiempo en que se vino dando, como por los actores causantes y la presión que ejercen. Esto quiere decir que tenemos casos de deforestación debido a causas provenientes desde hace cientos de años, como el caso de los valles interandinos; asimismo tenemos la tala indiscriminada de especies con valor comercial que se ha estado desarrollando en los últimos decenios, como es el caso de la selva alta de Camanti y Marcapata, (acelerado desde la apertura de la Interoceánica) así como en el Alto y Bajo Urubamba. En estos escenarios además debe mencionarse el efecto que tienen los incendios descontrolados, los cuales terminan extendiéndose más allá de las zonas intencionadas y no sólo han destruido varios bosques frágiles, sino que impiden la regeneración de la cobertura forestal.

En los Andes, la deforestación ha sido causada por la sobreexplotación de los bosques andinos para sacar leña y madera, en su mayor parte causados por poblaciones locales, a lo cual se ha aunado el efecto de los incendios forestales. El resultado es que la mayor parte de los bosques altoandinos e interandinos han sido convertidos en parches fragmentados que requieren urgente protección, y que casi todas las especies de árboles nativos de estas zonas (con excepción del molle, Schinus molle) están en el Decreto Supremo N° 043-2006-AG (Ministerio de Agricultura, 2006), el cual categoriza las especies amenazadas de flora silves- tre en el Perú; entre ellas las más importantes son todas las especies de q’euña (Polylepis) que existen en Cusco. En la lista que se presenta en la Tabla 1, se detallan 76 especies de árboles (incluyendo palmeras y helechos arbóreos) que están desapareciendo en la región Cusco, la mayoría de los cuales se encuentran en los Altos Andes, Valles Interandinos y Yungas.
En la relación mostrada debe además indicarse la situación crítica de las maderas finas tales como la caoba (Swietenia macrophylla), las diferentes especies de cedro (Cedrela spp.), el tornillo (Cedrelinga catenaeformis), la caobilla (Huberodendron swietenioides) y el shihuahaco (Dipteryx spp.), las cuales debido a su alto valor comercial son las más intensa- mente extraídas, sin un debido manejo forestal ni un adecuado control en el cumplimiento de la normatividad en cuanto a su reforestación provocando la acelerada desaparición de estas especies.
El MINAM en el año 2012 presentó un mapa base de deforestación nacional corres- pondiente a datos desde el 2000 hasta 2009, enfocado en los bosques amazónicos y está actua- lizándolo para el 2011, del que se espera pronto conocer los resultados; a continuación se muestra un mapa resumen de la deforestación en Cusco. Estos mapas indican que en la re- gión del Cusco el área más afectada es el valle del Alto Urubamba, incluyendo la confluencia con el Yavero.
Los resultados numéricos que se muestran en la Tabla 2 indican que ya exis- ten al menos 731 mil hectáreas deforestadas en las selvas cusqueñas.

Ilustración 2. Deforestación en los bosques húmedos del Cusco hacia el 2009, según el mapa de deforestación nacional del (Ministerio del Ambiente, 2012)
Tabla 2. Tasas de deforestación en los bosques húmedos del Cusco entre 2000 a 2009, según (Ministerio del Ambiente, 2012)



Fuente fotográfica  (Ministerio del Ambiente, 2012)



Como antes se indicó, la deforestación procede por varios factores, pero según el área, estos factores tienen diferente impacto: por ejemplo, en Camanti es causado por la minería ilegal, mientras que en el resto del Cusco es la agricultura migratoria, que impulsa a la búsqueda de nuevas tierras de cultivo y las necesidades de recursos son el principal motor; no obstante, se están empezando a registrar transformaciones de bosques en monocultivos y mono plantaciones de forestales exóticos.

COMENTARIO FINAL

Resumiendo, la problemática de la deforestación en la región de Cusco: podemos indicar que a pesar de que las causas subyacentes son muchas, la deforestación y la degradación de los bosques están motivadas principalmente por las siguientes realidades:
  •  Por un lado, los árboles tardan muchos años en crecer. En el Cusco las tierras fértiles son escasas y, en comparación con la ordenación forestal a largo plazo, pueden obtenerse mayores ingresos de la producción y cosecha de cultivos que maduran más rápidamente, pero para ello suele ser necesario cambiar el uso de la tierra a la agricultura, el pastoreo o la horticultura. Una tendencia ampliamente observada y debatida desde un punto de vista ético es la concesión de mayor valor a las necesidades de las generaciones presentes que a las de las generaciones futuras.
  • Por otro, los mercados no valoran muchos beneficios de los bosques. No existen mercados es decir, lugares en los que comprar o vender para la mayoría de los servicios ecosistémicos prestados por los bosques, como la captación de carbono y su contribución a la provisión de agua limpia. Además, muchas de las consecuencias o costos negativos de la deforestación, como las emisiones de gases de efecto invernadero y la erosión del suelo, no tienen asignados valores financieros ni se paga por ellos en mercados o mediante otros mecanismos. Estas externalidades tanto positivas como negativas del mercado desempeñan un papel importante en la toma de decisiones sobre los bosques, pero resultan muy difíciles de cuantificar.
  • Vimos que a través del tiempo la evolución poblacional jugo un rol fundamental de una manera negativa en la degradación del medio ambiente a nivel mundial, nacional, regional y local como el cusco, relacionado con La falta de conciencia de la sociedad en su conjunto, contribuyeron ostensiblemente con la deforestación para la satisfacción comunal, en busca de una mejor calidad de vida.
  •  Es probable que futuras generaciones sean más ricas, pero heredarán un ambiente más degradado. En este sentido, la idea es aplicar una correcta política  medio ambiental, y que no solamente se encargue esa responsabilidad a las autoridades, si no que parta de cada uno de nosotros  como la base del concepto de sostenibilidad y gestión ambiental, y que esto se convierta en un concepto básicamente ético, que busque no comprometer la capacidad medioambiental de las futuras generaciones. La ética del siglo XXI con relación al medio ambiente, se debe extender   a todos los niveles de la sociedad y no solo al entorno escolar, y/o universitaria, si no a todo lo que llamamos humanidad.


Bibliográfia Citada

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